El incendio que este lunes mantuvo en vilo a los vecinos de Malpartida, Santiago de la Puebla y Alaraz ha dejado mucho más que un reguero de ceniza. Ha reavivado una vieja herida: la sensación de abandono institucional en materia de emergencias. El fuego fue controlado gracias a la rápida movilización de los agricultores, pero el peligro fue real y, según denuncian los vecinos, la tragedia pudo haber sido mucho mayor.
En pleno estío, cuando los campos secos se convierten en mechas listas para arder, la respuesta de los servicios de extinción fue tardía. Desde el parque de bomberos de Villares de la Reina —a más de 75 kilómetros del epicentro— partieron los primeros profesionales, mientras los voluntarios de la base de Peñaranda hacían lo que podían. En ese lapso crítico, los tractores y las cisternas de los agricultores se convirtieron, una vez más, en las primeras líneas de defensa.
La plataforma vecinal estalla
Malpartida Activa, la plataforma vecinal del municipio, no ha tardado en manifestarse. En un comunicado contundente ha cargado duramente contra la Diputación de Salamanca, a la que acusa de seguir desatendiendo la necesidad de dotar al parque de Peñaranda con bomberos profesionales. «No se puede siempre esperar que el pueblo salve al pueblo y seguir recortando en servicios esenciales», denuncian.
A través de sus redes sociales, han compartido imágenes del incendio y agradecido públicamente la labor de los agricultores: «Ayer los agricultores evitaron un mal mayor… ¿pero qué podría pasar si el incendio es urbano?». El mensaje concluye con una advertencia a los responsables políticos: «Lo de ayer fue un aviso a navegantes por una desafortunada imprudencia y que ‘sólo’ ha causado daños materiales… pero podría haber sido peor».
Una chispa que prende la indignación
Las llamas, esta vez, no se llevaron vidas ni viviendas, pero han encendido una indignación generalizada en la comarca. En un vídeo viral en TikTok grabado por un joven se observa la magnitud del incendio y la desesperación de los agricultores por atajarlo. El mensaje es claro: la respuesta institucional llegó tarde, y la capacidad de respuesta de los pueblos sigue dependiendo, casi exclusivamente, de su propia gente.
@ismael_bautista98 Una vez más todos unidos 🚜💪🏼
♬ sonido original – Ismael BD
La exigencia de una dotación profesional permanente en Peñaranda no es nueva. Lleva años sobre la mesa, pero tras lo ocurrido este lunes, la paciencia se agota. La ciudadanía ha vuelto a demostrar que está dispuesta a defender sus pueblos con uñas y dientes, pero también que no piensa resignarse a hacerlo sola.