Después de años de declive preocupante y restricciones a la caza en buena parte del continente, la tórtola europea (Streptopelia turtur) empieza a mostrar signos claros de recuperación. Así lo certifica el nuevo informe publicado por la Federación Europea para la Caza y la Conservación (FACE), que analiza en profundidad el estado de las poblaciones en los dos grandes corredores migratorios de la especie: el Occidental (que afecta directamente a España) y el Centro-Oriental (que incluye países del Este y Centro de Europa).
Se trata de una noticia muy esperada tanto por los cazadores como por los gestores del medio natural, ya que supone un avance clave hacia el objetivo del Plan Internacional de Acción para la especie, que busca detener su declive antes de 2028. Por primera vez desde que existen datos comparables, se ha registrado un aumento de las poblaciones reproductoras en ambos corredores migratorios.
España y el corredor occidental: tres años de crecimiento sostenido
El informe de FACE recoge que en el corredor occidental, al que pertenece España, las poblaciones de tórtola llevan tres años creciendo de forma sostenida. De hecho, según los autores, se han alcanzado ya las condiciones fijadas para considerar la reapertura de la caza en determinados contextos, siempre bajo un modelo de gestión adaptativa y con medidas de control bien establecidas.
Esta evolución positiva ha sido posible gracias a la aplicación del modelo de Caza Adaptativa (Adaptive Harvest Management), que regula el aprovechamiento cinegético de forma flexible en función del estado de la especie. En concreto, el informe destaca que las restricciones impuestas desde 2021 —como la reducción del número de días de caza y los cupos limitados— han dado resultado, y que la colaboración de los cazadores ha sido decisiva.
También mejora la situación en el corredor centro-oriental
La gran novedad de este año es que la recuperación no se limita al corredor occidental. En 2024, las poblaciones reproductoras del corredor centro-oriental también han comenzado a mostrar una tendencia ascendente, tras tres temporadas de caza con restricciones significativas. Este es un dato especialmente relevante porque hasta ahora solo se había detectado crecimiento en el oeste de Europa.
Aunque los autores del informe advierten de que las causas de esta mejoría son complejas y no pueden atribuirse únicamente a la reducción de capturas, sí señalan que existen indicios sólidos de que las medidas de conservación implementadas por el sector cinegético están funcionando.

El papel de los cazadores: más allá de las escopetas
FACE subraya en su informe que la mejora de las poblaciones no es fruto únicamente de las restricciones cinegéticas, sino también del trabajo constante que desde hace años viene realizando la comunidad cazadora en materia de conservación. La restauración de hábitats de cría y alimentación, la provisión de agua en periodos de sequía, la promoción de paisajes agrarios más amigables con la biodiversidad y la recogida de datos de campo en colaboración con programas científicos han sido acciones clave. En este sentido, el documento remarca que la implicación del sector ha sido determinante para demostrar que la caza sostenible puede convivir con la conservación, siempre que se aplique con criterio técnico y compromiso.
Evaluación científica y perspectivas de futuro
El informe de 2025 incluye un detallado análisis de la evolución poblacional basado en modelos matemáticos y en el seguimiento anual de los censos. Gracias a la red de monitoreo europea, coordinada por el grupo de trabajo internacional sobre la tórtola (European Turtle Dove Working Group), se han podido detectar tendencias sólidas que permiten afirmar que la población total de tórtolas ha dejado de caer y comienza a recuperarse.
De mantenerse esta evolución positiva, se espera que en los próximos años pueda avanzarse hacia una reapertura regulada de la caza de la tórtola en más regiones, siguiendo los principios de la cosecha adaptativa. Esto requerirá mantener sistemas de monitoreo eficaces, ajustar cupos y temporadas en función del estado de las poblaciones, fomentar las buenas prácticas de gestión cinegética y reforzar las medidas de conservación del hábitat.
Un modelo para otras especies en riesgo
El caso de la tórtola europea empieza a consolidarse como ejemplo de éxito en la gestión adaptativa de especies cinegéticas con problemas de conservación. Frente a las prohibiciones absolutas y sin matices, el enfoque basado en la ciencia, el seguimiento constante y la colaboración con el sector cinegético está demostrando ser más eficaz y más sostenible a largo plazo.
Como concluye el informe de FACE, la recuperación de la tórtola no es solo una victoria para los cazadores, sino para toda la biodiversidad europea. Un mensaje claro de que la conservación y la caza pueden ir de la mano, cuando hay voluntad, rigor técnico y compromiso con el medio.