Dormir en mitad de la naturaleza puede ser un lujo, especialmente si se presenta con una cama de matrimonio, terraza, cocina al aire libre y una decoración bohemia. Eso es lo que ofrece un peculiar alojamiento en Tarragona que está llamando la atención: se trata de una tienda de campaña estilo safari instalada en un olivar de Bítem, pedanía de Tortosa, que se alquila por 59 euros la noche a través de Airbnb.
El curioso anuncio forma parte del complejo Cactus Lodge y, según su anfitriona, se trata de un «espacio íntimo y acogedor» que busca ofrecer una escapada diferente, pero sin renunciar a algunas comodidades básicas. La tienda, de cinco metros de diámetro, está amueblada con una cama king-size, lámparas de noche, ventilador, enchufes y ropa de cama.
Una tienda de campaña entre algarrobos y olivos
Ubicada en plena arboleda, el terreno donde se encuentra esta tienda de campaña está rodeado de olivos, algarrobos y montañas cubiertas de pinos, creando una atmósfera de aislamiento muy buscada por quienes desean desconectar. Cada alojamiento cuenta con su propia parcela delimitada, tumbonas, sombra y una distancia prudencial respecto al resto de visitantes.
El entorno natural se complementa con una cocina exterior comunitaria, equipada con cocina de gas, barbacoa, fregadero y frigorífico, así como una zona de comedor con mesas y sillas bajo una pérgola. El baño compartido, descrito como una «cabaña de lujo», incluye duchas e inodoros a escasos metros del alojamiento.
Eso sí, hay que tener en cuenta que los coches no pueden acceder hasta la tienda: deben aparcarse a unos 30 metros para preservar el entorno. Además, el camino de acceso los últimos 300 metros es una pista sin asfaltar.
4,9 estrellas y una experiencia «mágica»

El alojamiento ha recibido 82 valoraciones con una puntuación media de 4,89 sobre 5. Algunos de los comentarios más recientes destacan la tranquilidad del entorno, la limpieza y el buen trato recibido por parte de la anfitriona.
«Nos enamoramos de este lugar tan mágico. ¡100% recomendable para salir del mundo de ahora!», comenta una de las huéspedes. Por su parte, otra usuaria resume su experiencia así: «Todo muy limpio, decorado con buen gusto y sin faltar comodidades. La cama muy cómoda».
Otra usuaria describe su estancia como «encantadora». «La tienda era cómoda e íntima, y la cocina era práctica. (…) Pasamos un tiempo estupendo. ¡Muy recomendable!».
¿Lujo rural o una simple tienda de campaña?
La polémica sobre este tipo de alojamientos no es nueva. Ya el año pasado llamó la atención un caso similar en Cantabria, donde se alquilaba una tienda de campaña en el jardín de una casa por 71 euros la noche. En aquella ocasión, la casera la presentaba como un «alojamiento romántico que no te quitarás de la cabeza».
Este fenómeno refleja una tendencia al alza en plataformas como Airbnb, donde la experiencia y el entorno pesan más que el propio inmueble. Dormir en una tienda de campaña puede costar igual o más que una habitación en un hotel rural, siempre que se incluyan otros extras que llamen la atención como el entorno y los accesorios con los que cuenta el alojamiento de Tarragona. Y en eso, parece que en estos alojamientos han dado en el clavo.